(Pinamarinfo) A poco de inaugurarse el período de sesiones ordinarias 2018 y a 48 horas de conmemorarse un nuevo aniversario del 2 de abril de 1982, día en que el gobierno de facto de entonces ordenó invadir las Malvinas para recuperar la soberanía de las islas, muere en Pinamar (Sábado de Gloria) el ex intendente destituido, Blas Antonio Altieri a los 65 años luego de padecer una larga enfermedad.
La semblanza de la fecha tiene un sentido especial ya que seis años atrás, un 2 de abril de 2012 la patota de Altieri encabezada por el traficante Jorge Liberanome (también fallecido), el guardavidas Marcelo De Marco y el padre del actual Intendente, Jorge Yeza, corrieron a golpes a los periodistas de “Caiga Quien Caiga” (CQC) en pleno acto oficial. La intención de los periodistas era entrevistar a Altieri a partir de una denuncia realizada por el abogado Lucas Ventoso en la que se demostraba que el hombre que cumplía su quinto mandato municipal, había creado una asociación ilícita a través de una fundación, para quedarse con viviendas sociales que comercializó y repartió entre sus amigos y familia. Por el otro lado los alfiles del Altieri pretendían cubrir las espaldas del primer mandatario cueste lo que cueste. El ex combatiente de Malvinas, Jorge Canitrot también formó parte de la partida de energúmenos, pero su condición veterana de guerra le dio carta blanca a la hora de los señalamientos. Este hecho a fue el principio del fin del mandato de Don Blas. Al otro día en la apertura de sesiones del 2012 se coronaría el papelón al mentir en su discurso inaugural, sobre la verdad de los hechos y acusar a los periodistas falsamente, sin saber que en el programa se demostraría la farsa con imágenes irrefutables. Ese sería su último discurso como intendente.
Recuerdo que en una oportunidad en 2011, cuando las acusaciones contra el legendario intendente había empezado el largo y frustrado recorrido de los pabellones de los Juzgados de Dolores, Altieri me dijo al iniciar una frase “si la muerte no pudo vencerme…” en ese entonces ya había atravesado un cáncer de próstata.
Un rasgo de su personalidad era que rara vez perdía los cabales y siempre se mostraba amable aun con los antagonistas. Pero por otro lado era implacable con los que no formaban parte de su séquito.
Fue amigo de Alfredo Yabran en pleno apogeo de poder político y tuvo un papel nefasto como mandatario en el asesinato de José Luis Cabezas. Recibió el apoyo incondicional del ex Gobernador Daniel Scioli, y amigo personal. Sabía manejar el poder y las relaciones. También era amigo de Mauricio Macri y su balneario CR (al norte de Pinamar) era el bastión político de las temporadas de verano en la que desfilaba la crema innata de la política.
Siempre se reconoció como peronista aunque sus raíces fueron siempre las del vecinalismo: el MUPP, Movimiento Unión del Partido de Pinamar.
Algunos lo señalan como unos de los responsables de la caída de Roberto Porretti (destituido en 2008 a menos de tres meses de haber asumido como intendente). Y otros de destruir el partido (MUPP) por su carácter autoritario y antidemocrático.
En medio de un caos institucional que se prolongó en el tiempo, Altieri fue suspendido en primer lugar por los doce concejales de entonces, bajo una presión mediática sin precedentes por la acumulación hechos de corrupción. Esta suspensión fue confirmada por la Suprema Corte de Justicia bonaerense el 28 de junio de 2012. Y finalmente fue destituido por 31 cargos contra la administración pública.
Ese hombre que manejó los destinos de Pinamar durante tantos años, que supo ponerles precio a sus adversarios políticos, y cuyos discípulos, Federico Panzieri y Martín Yeza continúan su legado, murió en Pinamar acompañado de su familia en una fecha distintiva. Sin lugar a dudas sus seguidores trataran de glorificarlo, y otros intentaremos poner blanco sobre negro en relación, no solo a su accionar político, sino todo lo que giró en su entorno que confluyeron en corrupción, robo, asesinatos y mafias en medio del glamour de la playa verde argentina.
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