sábado, 18 de mayo de 2013

“Es necesario refundar el programa en Pinamar”



Por María Adelina Mercuri

Luego de una sucesión de fracasos bajo distintas direcciones y profesionales, a dos años exactos de la primera inauguración del Programa Envión en la Casa del Adolescente (ubicada en Ostende), se procedió a su “refundación”. Según las palabras del propio coordinador regional del Programa Envión: “Es necesario refundar el programa en Pinamar”.

Con la renuncia presentada por la totalidad del equipó técnico de Casa del Adolescente que incluye el Programa Envión y Centro de Día, el Lic. en Psicología, Walter Montero, se hizo cargo (nuevamente) de la normalización de ambos programas. Al momento de asumir la conducción, el escenario en la casa era de total anarquía e ineficiencia. Situación que PinamarInfo reflejó desde un primer momento a través de diferentes informes. Como principio básico “los adolescentes carecían de un seguimiento o fichas técnicas. La concurrencia asidua y voluntaria de los chicos se producía sin derivación de otras instituciones, ni evaluación o encuesta realizada por el equipo técnico, tal cual lo indican expresamente ambos programas” destacaba el informe inicial.



Recordemos que el Programa de Responsabilidad Social Compartida, (Envión) está destinado a adolescentes y jóvenes entre  12 y 21 años en situación de vulnerabilidad social y de acuerdo a los propios parámetros fijados por el Ministerio de Desarrollo Social.


Dicho informe detallaba incumplimientos administrativos diversos, como por ejemplo legajos incompletos o desactualizados. Falta de seguimiento y control en el cumplimiento de lo acordado con la familia y el joven; por ejemplo: deserción escolar, falta de concurrencia a talleres, etc.  Falta de articulación con las instituciones a las que concurren los beneficiarios; por ejemplo al ser visitada la escuela  ESB 2 de la localidad de Ostende los directivos manifestaron desconocer los alumnos de su institución que son beneficiarios del programa. Baja asistencia a la Casa del Adolescente, de los casi 70 beneficiarios del programa sólo asisten regularmente entre 10 y 15 jóvenes. Desconocimiento de los objetivos del Programa por parte de los talleristas.

“Definir objetivos, planificar las acciones, fijar metas y acordar un tipo de dinámica institucional implican necesariamente, en primer lugar, tener en claro la población destinataria sobre la cual se volcarán todos los esfuerzos”, puntualizaba el “reporte” que sentó las bases de la normalización de Envión.

Al mismo tiempo el diagnóstico requería: En primer lugar la revisión de los beneficiarios de Envión y centro de Día, ya que se habían detectado beneficiarios que no vivían en Pinamar, hijos de empleados municipales o de familias que en apariencia no se ajustarían a los requerimientos de ambos programas. Segundo, proceso de altas y bajas de los beneficiarios de ambos programas con revisión de los acuerdos de responsabilidad con los jóvenes y sus familias. Tercero, establecer acuerdos de derivación para potenciales beneficiarios de ambos programas con CPA, SLP, escuelas y otras organizaciones de la comunidad, esto implica elaborar en forma conjunta un modelo de protocolo para las derivaciones. Cuarto, revisión de la presentación espontánea, proceso de evaluación y posterior admisión o derivación a otras instancias de intervención y asistencia. Quinto,reestructuración de los talleres y de la modalidad de la concurrencia de los adolescentes a la Casa; para ello se deberá mantener el monitoreo del taller de apoyo escolar y de aquellos que apunten a la formación laboral. Por otro lado, sólo se realizará el seguimiento de los adolescentes admitidos por el equipo técnico y que reúnan los parámetros contemplados en ambos programas.

En resumen, el accionar de Montero, evidenciado en el extracto de su informe, permitió que hoy se iniciara una nueva etapa de Cada del Adolescente que alberga más de setenta chicos contenidos en el Programa Envión y Centro de Día.

Estos programas apuntan a familias excluidas y a jóvenes que por diferentes circunstancias y problemáticas se encuentran vulnerados en sus derechos. Finalmente, el informe elevado por Walter Montero, pone énfasis en un frase de Francoise Dolto que lo resume todo: “El que tiene un proyecto se salva”.




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