miércoles, 13 de marzo de 2013

UNA SESION TENSA Y DISCUTIDA


Con el voto de Lamas, el Concejo derogó la ordenanza tributaria

La decisión del edil oficialista neutralizó el doble voto de Alberto Germain, tan aprovechado por el gobierno.
por Mariana Dufour
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Con una hora de atraso, el miércoles a las 10:00 dio inicio la Sesión Extraordinaria, solicitada el día anterior por el Intendente interino, Hernán Muriale, para tratar ad referéndum el Decreto Nº 540/13 que planteaba “importantes bajas en las tasas” (ver nota). Con el objeto de asegurarse el quórum necesario para sesionar, Muriale “sugirió” a Alberto Germain, presidente del HCD y reciente aliado político, que incluyera el punto que el Bloque de la UCR, junto a otros concejales (Gabriel Vidauli y Rosana Di Pascuale), venían solicitando desde hacia días sin recibir respuesta: la revocatoria y anulación de la Ordenanza tributaria.

A pesar de que los vecinos fueron recibidos por una guardia policial que cuidaba la entrada del HCD con sus grandes escudos, el recinto se colmó de vecinos indignados que representaban a casi todos los sectores políticos y de la sociedad pinamarense. En cambio, pocos fueron los funcionarios y aliados políticos del gobierno, como la cúpula sindical, que se presentaron.

La sesión inició tarde porque los ediles oficialistas, Pedro Elizalde y Daniel Lamas, no subían al recinto. En el bloque del MUPP estaba presente Muriale discutiendo con Lamas acaloradamente. Finalmente, con gesto grave, Elizalde se apostó en su banca.



Minutos después, durante la lectura del Decreto de Convocatoria, Lamas, custodiado por Muriale, se sentó en su banca. Su rostro anunciaba lo que vendría. La única que sonreía, sin motivo aparente alguno, era Barce. Mientras, el “interino”, sin invitación y como si fuera su derecho, se sentó en la baca Nº 11. Acción que fue repudiada por Mercedes Taurizano, Rosana Di Pascuale y los vecinos.

Luego, Elizalde mocionó el adelantamiento del punto tres, es decir, debatir primero la propuesta de Muriale que planteaba la modificación al Código Tributario y, luego, tratar la derogación de la ordenanza que ésta pretendía corregir. Como dijo Gabriel Viudauli, “dado que la aprobación del punto 2 dejaría sin efecto la propuesta oficialista”, se trató de una moción “absurda que desnuda la maniobra del Ejecutivo. La indignación es muy grande, por eso apelo a mis pares: este gobierno maneja Pinamar como si fuera su estancia. Hay que derogar la ordenanza y empezar de nuevo”. El edil fue aplaudido por los vecinos.

A partir de aquí, se suscitó un largo, interesante y muy tenso debate que acaloró no solo a los ediles y, sobre todo, al mandatario, sino a los vecinos. Taurizano recordó al “interino” que la revocación fue solicitada con anterioridad y que el Concejo “no es un apéndice del Ejecutivo, donde el intendente puede venir a hacer lo que quiera”. Y señaló a Germain su repudiable actitud al no haber llamado a sesión: “Le solicito que no vuelva a aceptar lo que le marca el Ejecutivo” le dijo Taurizano a Germain, lo que mereció un largo aplauso.

Roberto Porretti acusó al gobierno de no escuchar “la voz del pueblo” y de intentar “maniobras dilatorias para derogar esta barbaridad, que se ha aprobado con mayoría automática”. Y pidió a sus pares, a los que se pasaron al oficialismo (Gladys Barce y Germain) que no sean “cómplices” del accionar corrupto del gobierno. También recordó los acuerdos que permitieron excepciones al COU que beneficiaron “a Juan Carlos Buchelli, a Colombi”, etc. Sus palabras fueron acompañadas con aplausos de los presentes.

La concejal Rosana Di Pascuale desató una encendida alocución en rechazo de la moción de Elizalde y realizó un pormenorizado racconto de las “irregularidades que viene cometiendo este presidente del HCD”, al que ninguneó en cada una de sus palabras. El mismo trato recibió “el interino”. Y sentenció: “Están enfermos de impunidad”. Sus palabras fueron acompañadas de un fuerte apoyo vecinal: “Que se vayan! ¡Que renuncie Germain!

El concejal Ávila también rechazó la moción de Elizalde argumentando que “nada de esa Asamblea estuvo bien hecho. No podemos emparchar, debemos derogar esta ordenanza surgida de una asamblea trucha”.

“No le mientas a la gente!”
Ante el abucheo ruidoso e indignado de los vecinos, Muriale debió intentar iniciar tres veces su alocución. “No te corresponde hablar” le gritaban. En tono provocativo, “el interino” dijo que el decreto enviado desde el Ejecutivo “viene a dar solución a aquellos contribuyentes a los que se les ha calculado mal las tasas”. La respuesta de los vecinos fue: “No le mientas a la gente!”, "Andate", "Renuncia", "Ladrones", “Váyanse todos” fueron algunas de las calificaciones con la que los contribuyentes fustigaron a Muriale, a Germain y a sus funcionarios.

Al tomar la palabra el presidente del HCD, la gente lo ninguneó: “¿A ver que chiste dice éste?” le gritaron. Aun así, Germain explicó que, a su entender,” esta Asamblea no tiene capacidad jurídica para derogar la ordenanza tributaria”. Criterio compartido por Muriale.

Con constantes interrupciones por parte del mandatario (que le valieron que Porreti le retirara el micrófono), Vidauli y Di Pascuale refrendaron sus dichos, seguidos del pedido de Ávila de que se Muriale retirara del recinto. La moción fue desestimada por Germain por “improcedente”. Taurizano insistió en que el Concejo Deliberante y el Ejecutivo deben trabajar en conjunto en una nueva ordenanza impositiva. También pidió que Muriale respetara a los concejales y a los vecinos y dejara de provocarlos con sus discursos prepotentes.

A continuación se sometió a votación nominal la propuesta de derogar la ordenanza tributaria: Elizalde, Germain, Barce y Edgardo Paso votaron por la negativa. Taurizano, Ávila, Vidauli y Di Pascuale votaron por la afirmativa. Y, al llegar el turno de Lamas, éste respiró profundo y dio el si a la propuesta de la UCR, neutralizando el comprado doble voto de Germain. Los aplausos y los gritos no se hicieron esperar.

Muriale, que durante toda la sesión chicaneó por lo bajo a Lamas, fustigó en forma verbal al edil: "Andá, abrazarte con Vidauli", le gritó delante de todos. Fuera del recinto y al subir a su camioneta, hombres obsecuentes de Blas Altierii y Muriale, como el ex sindicalista Bonomi, increparon a Lamas con insultos. La gente presencio todo.

Así las cosas, al cierre de la sesión, los ánimos del oficialismo eran de gran tensión dentro del Municipio. Ahora se espera la decisión de Muriale quien, seguramente, vete el fallo emanado del Deliberativo.

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