Por María Adelina Mercuri
El intendente Hernán Muriale acusó a la agencia de noticias AgePeBA, a los medios locales: Pionero y El mensajero, y a las periodistas Mariana Dufour y María Adelina Mercuri de orquestar una campaña en contra de su gobierno. A esta acusación se sumó también “la de extorsión”.
Hace ya unos cuantos meses, después de una jornada desencantada, cuando la desilusión y el desencanto suelen apoderarse de uno, recibí un correo de la colega y compañera Mariana Dufour que decía: ¡Lee esto! Y adjuntaba un archivo. El documento llevaba como titulo: “Taller de edición periodística, Cartagena de Indias, del 30 de mayo al 3 de junio de 1995” de Tomas Eloy Martínez. Ya en el primer párrafo quedé subyugada por lo que entregaba la lectura de un texto fortalecedor que apuntaba, implacable, a la “Defensa de la Utopía” y describía de manera sublime la esencia del periodismo: “El compromiso con la palabra es a tiempo completo, a vida completa”.
La semana pasada en una nota radial brinda a “Pinamar Diario” el intendente Hernán Muriale hizo mención a una campaña montada en su contra, orquestada por medios locales, provinciales y periodistas, a partir de la publicación de las denuncias penales por trata de personas que envuelven a su gobierno. Muriale dijo: “Hay una clara intencionalita. Que ya ha trabajado varias veces con Ventoso y compañía: la periodista Dufour, la periodista Mercuri. Siempre los mismos, ¿no? Así que creo que esto queda más que claro, Víctor” (sic). Sin nombrarla implicó en la supuesta maniobra a la agencia de noticias provinciales, AgePeBA. Agencia con la cual colabora Mariana Dufour como corresponsal en la costa.
En otro tramo de la entrevista radiofónica, sobre el tema preciso de la trata de persona, venta ambulante de playa y el inminente pedido de interpelación, Muriale expresó: “El municipio tiene que perder el tiempo contestando informe”, estableciendo una analogía con las declaraciones que hacía su mentor, el intendente destituido, Blas Antonio Altieri.
También acuso al Dr. Lucas Ventoso de “cobrar un sueldo del municipio solamente para denunciar” y que “no iba a trabajar”. Resulta irrisorio que el intendente vilipendiara al Dr. Ventoso de no trabajar. Cuando los nombramientos de asesores en el Concejo proceden de favores políticos, como los del MUPP, o el de Germain o el de Baldini (hoy de Gladis Barce). O los del concejal Edgardo Paso, quien nombrara como asesores, poco antes de terminar el año, a personal de vigilancia de las cafeterías Havanna. Ambos personajes cobraron una cifra cercana a los 50 mil pesos.
Luego volvió a referirse al rol de los medios y declaró: “Todo por defender los intereses de la Municipalidad. Acá hace un año que no damos pautas y algunos medios que no la están cobrando principalmente estos diarios: El Pionero y El mensajero” (sic). Y volvió a mencionar a la periodista Mariana Dufour como cómplice de la línea editorial del Semanario Pionero. Y agregó: “Es lamentable porque son cosas que rayan con la extorsión. Pero son cosas que son muy difíciles de probar” (sic).
La que suscribe y responsable de este medio se siente en la obligación de aclarar a su lectores las consideraciones vertidas por el intendente, no solo por haber sido aludida en forma personal sino por el compromiso que asumí y asumo con la sociedad; así como los valores que me llevan a ejercer este oficio.
Cuándo el intendente dijo: “y algunos medios que no la están cobrando” ¿se refiere a que algunos medios sí cobran la publicidad oficial? ¿O fue simplemente un fallido? Porque la Asociación de Prensa de Pinamar (APP) tiene entendido que las pautas están suspendidas para todos y todas. Al mismo tiempo, nos preguntamos: ¿Cómo extorsiona una periodista? Si Dufour fue despedida de la Casa del Adolescente después de ser victimas de innumerables persecuciones, justamente por denunciar la corrupción del gobierno de Altieri? ¿Quién extorsiona a quien?
La pérdida de las pautas oficiales, por la importancia en la sustentabilidad que ella representa en los medios chicos y no tan chicos, es un modo de coaccionar al periodismo. Esta metodología ha sido la moneda de cambio que siempre utilizó Altieri, y ahora Muriale, así como la entrega de puestos municipales sin el debido merecimiento. Los caminos eran dos: o se hablaba bien del gobierno, negando la realidad. O se silenciaba tanto a periodistas como a políticos o partidarios activos. “Sin advertir (como dijo Eloy Martínez) que no hay modo más brutal de enajenar el propio futuro que el silencio, puesto que el silencio siempre acaba convirtiéndose en complicidad”. Y a la vez ese silencio se disfraza y obliga a construir una realidad impostora. Un claro ejemplo es el destino que tuvieron las viviendas sociales construidas en Pinamar, en la calle Palometa y Valle Fértil, que las hijas de Altieri usufructúan hasta el día de hoy sin importarles la condena social. El ex mandatario insiste en la legalidad de la adquisición de las casas cuando, más allá de lo que decida la Justicia, se utilizó las zonas grises de la norma para crear una fundación con la clara intencionalidad del beneficio propio.
En definitiva tanto las imputaciones de Muriale para con los medios y periodistas, como las excusas brindadas al conductor Víctor Gamarra, no son más que meros subterfugios para evadir la responsabilidad que le cave ante las denuncias que lo salpican por doquier. Y que su gestión no es más que la continuidad de las prácticas empleadas por Altieri. La estrategia del vecinalísimo es el avasallamiento sistemático.
Volviendo a Tomás Eloy Martínez y su texto, que reconfortó mi alma en una tarde gris de sudestada política, voy a apoderarme de algunos párrafos de su discurso Defensa de la Utopía. Y me atreveré a que el maestro exponga a los funcionarios iletrados que implica ser un periodista
“Cada vez que un periodista arroja leña en el fuego fatuo del escándalo está apagando con cenizasel fuego genuino de la información. El periodismo no es un circo para exhibirse, sino un instrumento para pensar, para crear, para ayudar al hombre en su eterno combate por una vida más digna y menos injusta. Porque, a semejanza del artista, el periodista es también un productor de pensamiento.
El periodista está obligado a pensar todo el tiempo en su lector, porque si no supiera cómo es ese lector, ¿de qué manera podría responder a sus preguntas? En el periodista, entonces, hay una alianza de fidelidades: fidelidad a la propia conciencia, fidelidad al lector y fidelidad a la verdad. El lector es siempre un factor mucho más activo y exigente de lo que algunos empresarios suelen suponer.
Puede que un periodista convencional no lo piense así. Pero un periodista de veras no tiene otra salida que pensar así. El periodismo no es algo que uno se pone encima a la hora de ir al trabajo,es algo que duerme con nosotros, que respira y ama con nuestras mismas vísceras y nuestros mismos sentimientos”.
Lo que escribo es lo que soy, y si no soy fiel a mi mismo no puedo ser fiel a quienes me lean”
Tomás Eloy Martínez
Taller de edición periodística, Cartagena de Indias, del 30 de mayo al 3 de junio de 1995
DEFENSA DE LA UTOPIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario