jueves, 13 de diciembre de 2012

POR UNA COMUNICACIÓN NO SEXISTA



Decálogo para el tratamiento periodístico
de la violencia contra la mujer
En tiempos en que el tema cobra mayor gravedad, el periodismo no puede estar ausente de la lucha contra la violencia de género. En 2006 nació la Red PAR, Periodistas de Argentina en Red que trabajan por la erradicación de la de violencia de género.

Por Mariana Dufour
La Red PAR “es un colectivo conformado por más de 130 periodistas mujeres y varones de distintos lugares del país, que trabajan por la erradicación de cualquier tipo de violencia de género, por la visibilización de la condición social de las mujeres y por la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres” explican sus promotores.
La red surgió en noviembre de 2006 durante el I Encuentro Nacional de Periodistas con Visión de Género, convocado por Artemisa Comunicación en la ciudad de Buenos Aires. “A partir de ese momento se creó una lista virtual, a través de la cual se promovió la horizontalidad, la solidaridad, el compromiso, la organización y la coordinación de acciones entre pares”.
Este año, una vez más, los periodistas integrantes de la Red PAR realizaron un encuentro nacional en la ciudad de Mar del Plata durante el cual presentaron el Decálogo para el tratamiento periodístico de la trata y la explotación sexual.



Además, la entidad emitió una Declaración en la que se alertó sobre la utilización de la libertad de expresión como excusa para no eliminar la violencia mediática. “Consideramos indispensable terminar con la violencia mediática sostenida desde una perversa interpretación de la libertad de expresión. Con la excusa de defender esa libertad, son congeladas las sanciones a quienes violan la ley. El relato que incluye violencia contra la mujer se naturaliza y queda instalado en la sociedad sin que los organismos regulatorios cumplan con su obligación. La igualdad de las mujeres no es posible sin regulación. La regulación no es arbitraria. La violencia de género a través de los medios o ejercida de manera simbólica establece pautas culturales que habilitan otras formas de violencia, de la que así son cómplices algunos medios, incluso gráficos e Internet que carecen de marco regulatorio para sancionar esa violencia” señala la Declaración de Mar del Plata.
El escrito también saluda algunos de los avances políticos en temas de género de los últimos tiempos como la Ley de Identidad de Género, el fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre el aborto no punible, el fallo judicial que prohíbe la publicación de las fotos de la muerte de la modelo Jazmín de Grazia y el que ordenó a Clarín a rectificarse respecto del título de la nota ‘Fábrica de hijos’.
El decálogo
El Decálogo para el tratamiento periodístico de la violencia contra la mujer intenta ser un aporte al tratamiento no sexista de la violencia de género y el feminicidio. Se trata de 10 máximas simples y fáciles de cumplir por periodistas y editores de medios:
Es correcto utilizar los siguientes términos: violencia contra las mujeres, violencia de género y violencia machista.
La violencia de género es un delito - en tanto y en cuanto constituye una conducta antijurídica que debe ser prevenida y sancionada -, un problema social, un atentado contra el derecho a la vida, la dignidad, la integración física y psíquica de las mujeres y una cuestión concerniente a la defensa de los derechos humanos.
Desterramos de nuestras redacciones la figura de “crimen pasional” para referirnos al asesinato de mujeres víctimas de la violencia de género. Los crímenes pasionales no existen.
Lo importante es proteger la identidad de la víctima, no la del agresor. Dejar en claro quién es el agresor y quién es la víctima, y señalar cuáles pueden ser las actitudes y situaciones que ponen en riesgo a la mujer en una relación violenta, para ayudarlas a toma conciencia sobre su estado.
Hay informaciones que pueden perjudicar a la víctima y a su entorno. No siempre es conveniente identificarla. Es ofensivo para la victima utilizar diminutivos, apócopes, apodos, etc. para nombrarla.
Nunca buscaremos justificaciones o “motivos” (alcohol, drogas, discusiones, celos, separación de la pareja, infidelidad, etc.), que sólo distraen la atención del punto central: la violencia. La causa de la violencia de género es el control y la dominación que determinados hombres ejercen contra las mujeres.

Es imprescindible chequear las fuentes, sobre todo las oficiales.
Mantener el tema en agenda, denunciando la violencia en todas sus expresiones: psicológica, económica, emocional, sin esperar la muerte de las mujeres. Abordar el relato de los hechos tomando en consideración su singularidad, pero también aquello que lo asemeja a otros casos. Eso permitirá abandonar consideraciones tales como “otro caso de”…., “un caso más de…”, evitando el efecto narcotizante.
Tener especial cuidado con las fotos e imágenes que acompañan las notas. Respetar a las víctimas y a sus familias, alejarse del sexismo, el sensacionalismo y la obscenidad. Nunca robar imágenes o audio a la víctima. Cuando se musicaliza, no usar temas que remitan al terror, ni que contengan letras que hablen de “amores enfermos” o celos.
Siempre incluiremos en la noticia un teléfono gratuito de ayuda a las víctimas y cualquier otra información que les pueda ser útil.

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