Por María Adelina Mercuri
Los dos programas provinciales para la contención e inclusión social de los jóvenes: Casa del Adolescente y Envión, este último dirigido a jóvenes en situación de riego, no logran encontrar su cause institucional. Y tantos los chicos, como las chicas, sus tutores, talleristas y técnicos son parte de una inestabilidad colectiva difícil de sobre llevar.
Ayer al mediodía, los concejales debieron reunirse con parte del personal técnico, de la Casa del Adolescente y Programa Envión, que renunció la semana pasada y se adeudan sueldo. La responsable de la Casa, la antropóloga Sol East, nombrada por Gustavo Orsi (ex director de Asistencia Primaria de la Salud y a cargo de ambos programas) renunció la semana pasada con la debida aceptación de las autoridades municipales. Y esta semana, habrían presentado sus renuncias, tres de las seis técnicas, oriundas de Villa Gesell, que llevan adelante la parte de orientación psicológica de los jóvenes de ambos programas.
A la cita acudió solamente la docente Marta Sagasti que dicta “Teatro” con un cupo de más de ochenta chicos. Ni los concejales ni el personal del HCD estaban al tanto de la suspensión de la reunión con excepción del concejal Alfredo Baldini. Por su parte Mercedes Taurizano, sorprendida por la marcha atrás, le solicitó a Sagasti que se quedara para la reunión y así interiorizar a los concejales de la situación, ya que la tellerista posee una trayectoria de seis años en la institución. Además de Taurizano y Baldini, estuvieron presentes los ediles: Rosana Di Pascuale, Pedro Elizalde y Edgardo Paso.
Antes de ir al punto específico, Sagasti recordó que “ella junto a cinco talleristas más, fueron despedidos en diciembre del año pasado, al no renovárseles el contrato”. PinamarInfo denunciaba aquella acción, pergeñada por Curto y Orsi, en la cual se concretaba una trampa laboral al solicitarles a los trabajadores la presentación de nuevos proyectos, cuando la intención de despido era un certeza. Los motivos de la desafectación de los trabajadores, dados por el secretario de Salud, Omar Curto, fueron la falta de presupuesto. Mientras se despedía a los talleristas, con larga trayectoria referencial entre los jóvenes, Rodrigo De Iraola ocupaba el espacio. En un principio el consejero escolar del MUPP le dijo a esta cronista que el trabajo era ad honorem. Poco tiempo después la página oficial del Municipio descubría las horas cátedras cobradas por De Iraola.
A principio de este año, Sagasti fue convocada nuevamente. Pero hace un mes protagonizó otro hecho desequilibrante al tomar conocimiento que sus horas cátedras, supuestamente pagas por la Provincia, ya no lo eran, y pasaba a la orbita de Cultura con todo el desazón que ello implicaba debido a la crisis que soporta el área.
Los puntos claves que desnudan la deficiente implementación de ambos programas provienen de larga data y han sido acompañados por diversas denuncias de la prensa local.
La fusión de ambos planes se concretó en plena campaña electoral, en los finales del mes de marzo de 2011. En ese instante quedaron demostradas las torpezas administrativas El gobernador Daniel Scioli, además de asistir a la inauguración del tomógrafo del Hospital Comunitario, concurrió a la colocación de una placa en la nueva sede de Envión en la Casa del Adolescente y la donación de una cocina profesional y un freezzer cuyo destino es incierto. En esa oportunidad los funcionarios de la Provincia y el propio Gobernador, recuerda Sagasti, le dijeron que los programas no eran compatibles.
Si bien los programas apuntan a la contención e inclusión de los adolescentes, los registros de las problemáticas presentan complejidades absolutamente disímiles. La aberración fue cometida por la directora de Acción Social, Silvia Martin, cuando en plena campaña electoral se ahorro el dinero del alquiler para espacio especifico que se debía destinar a Envión (pautado por la Provincia para obtener el beneficio) y se ubicaron a todos los chicos en la Casa del Adolescente.
La disfunción y discontinuidad de los talleres, la ausencia del apoyo escolar (esencial para cumplir con la escolaridad, base del programa Envión), la falta de un conducción seria, la incertidumbre en la extensión de los contratos de locación de la vivienda y la inestabilidad de los haberes del personal, son y han sido falencias históricas en ambos programas. A esto se les suma que la gobernación en el transcurso de este año se atrasó con los pagos de las becas otorgadas a los chicos. Por ello el Legislativo debió elevar dos comunicaciones para solicitar una respuesta.