miércoles, 18 de julio de 2012
Todo sigue igual?
por Walter Montero
La destitución del Intendente Altieri cambió en algo el discurso gobernante en Pinamar?
Hasta ahora no. No cambió en nada. Tenemos un intendente más joven, con otro peinado y otra cara, de mayor volumen corporal, desconocido por una amplia mayoría del pueblo, pero nada más. Sigue repitiendo las mismas convicciones y mentiras que su predecesor.
A diferencia del anterior tiene una ventaja: cual técnico nuevo de equipo de futbol caído en desgracia, genera nuevas esperanzas. Esperanzas en un sistema de juego distinto, en el cambio de algunos jugadores titulares, en la posibilidad de un trabajo diferente, en la de sumar esos puntos necesarios que nos saquen del descenso.
Hasta ahora el simpático Muriale no hizo nada que indique un cambio, ni demuestra tener ganas o coraje de hacerlo.
No podemos saber aún si esta semejanza con su antecesor es producto de la “obediencia debida al Jefe”, o de que todavía no se sobrepuso a la realidad de tener que asumir la intendencia. Cargo que de hecho le quedará grande en tanto y en cuanto no se asuma como tal. Una hipótesis de ello puede ser que ni él mismo está seguro en el nuevo cargo ya que debe afrontar algunas causas en las que está imputado. ¿Por qué no le preguntarán los medios amigos si esto será verdad? ¿Será verdad que el concejal Muriale truchó firmas de terceros?
Todo el espectro popular y comunicacional de Pinamar, tanto del oficialismo como de la oposición, le pide a Muriale que meta mano en el recambio de funcionarios. Pero qué responde el concejal a cargo de la intendencia? Que ya produjo una reducción de la planta política!!!!.
Muriale, por favor no nos mienta.
Repasemos cada uno de los casos en los que dice haber achicado la planta política.
Federico Panzieri: dicho por el ex –intendente Altieri , el propio Panzieri había solicitado la renuncia en función de realizar un perfeccionamiento en su profesión.
Pedro Elizalde: Dejó su puesto en deportes porque asumió como concejal gracias a que Beba Covello se rehusó a ocupar la banca. Cargo creado para él y a su medida en pago de haber integrado la lista en el 4to lugar.
Marcela Ducasse: ella misma solicitó oportunamente un cambio de área y su traslado, dejando el cargo de coordinación que tenía en el área de producción. Dicho sea de paso fue la que denunció el des manejo con las cooperativas.
Jorge Yeza: dejó el cargo para dedicarse al boxeo amateur con periodistas cuando todavía Altieri era intendente.
Gustavo Orsi: dejó el cargo para dedicarse a los Posters. Está de licencia sin goce de haberes desde hace varios meses, desde que partió a trabajar para la Nación. Es personal de planta permanente, es decir que vuelve en cualquier momento en una categoría escalafonaria usurpada que no le correspondía al momento de su ingreso. Chanta, vendedor de humo.
Marcelo De Marco: Otro que como Yeza prefirió dedicarse al boxeo y ya había renunciado antes de asumir Muriale. Es personal de planta permanente así que continúa trabajando.
Claudia Solino: Presentó su renuncia después del papelón con los talleristas de cultura y de haber gozado previamente sus vacaciones en Málaga cuando todo se prendía fuego en Pinamar.
Concejal Muriale, no nos mienta más en la cara. No le vemos los hilos pero nos imaginamos que están y quién es el que los maneja.
El único recorte que pudo implementar el ex - concejal Muriale fue en los salarios de los municipales y gracias a la complacencia de un sindicato que negoció mal en el 2011, encaró peor la protesta en el 2012, y terminó muy mal con este acuerdo nefasto en el que todos pierden. No hay que ser muy inteligente para saber que esta cúpula está terminada.
Pinamar necesita hablar con la verdad a cara limpia, sin eufemismos ni verdades a medias. Necesita transparencia en la gestión. Algo que los actuales funcionarios, acostumbrados a trabajar bajo el paraguas de la impunidad que le daba el destituido intendente, no están preparados para hacer.
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