Por Mariana Dufour (Desde
Pinamar) | Hace meses ya que algunos periodistas venimos manifestando que,
si bien es innegable que el reclamo por el cumplimiento de las mejoras
salariales prometidas en campaña por el intendente Blas Altieri es justo y
necesario, éste ha sido incitado y fogoneado por el mismo Poder Ejecutivo para
lograr un objetivo claro: la aprobación del proyecto de presupuesto que llegó a
ascender a $200 millones de pesos.
Pocas veces ha sido tan clara la comunión entre
empleado y empleador, tan compartido el discurso y los argumentos esgrimidos
por ambas partes. Ni siquiera han requerido de un mediador para concensuar
criterios. Ambos discursos delataron, en diferentes circunstancias, como
reuniones en el Honorable Concejo Deliberante o en los medios, una complicidad
recurrente.
Una y otra vez, Altieri, miembros de su gabinete,
autoridades sindicales y, luego, “trabajadores autoconvocados”, reclamaron a
los concejales, bajo insultos y amenazas, la aprobación del presupuesto
municipal que fue rechazado en tres ocasiones por su exagerado aumento y por
presuntas irregularidades en la rendición de las cuentas del periodo anterior.
En diferentes ocasiones, la mayoría de los trabajadores
municipales, afiliados y no afiliados al sindicato, se han negado a manifestar
su reclamo frente al HCD, a quemar neumáticos en la vía pública y a levantar la
carpa frente al Palacio Municipal. Ellos proponen manifestaciones pacificas
frente al Municipio y reuniones entre las partes con “toda” la prensa presente.
Ante esta contundente negativa de la gran mayoría de los mil trabajadores
municipales a ser “usados por el Ejecutivo”, surgió este pequeño grupo de
“autoconvocados” que, increíblemente, ha tenido el constante y explícito apoyo
de la cúpula sindical.
Desde hace un tiempo a esta parte, los
“autoconvocados” se dedican a llevar adelante todas las medidas rechazadas por
sus pares. ¿Cómo es posible, entonces, que los cuatro referentes más importantes
del sindicato apoyen explícitamente a tan sólo cincuenta trabajadores que han
desoído la decisión tomada por mayoría en asamblea de afiliados? ¿Cómo es
posible que la cúpula sindical represente “más” a este pequeño grupo que al
resto de los trabajadores municipales desoyendo a la mayoría? ¿A quien
representan? ¿A los afiliados que votaron en asamblea la implementación de
otras medidas de protesta y expresaron claramente que su contratante es el
Ejecutivo y no el HCD? ¿O a estos empleados “autoconvocados” que, con sus
actitudes, expresiones y acciones, han sido funcionales al intendente en su
reclamo por al aprobación del presupuesto? Empleados que, por cierto, se han
esmerado en desprestigiar una de las herramientas que tiene la democracia para
garantizar la transparencia en la gestión como es la Comisión Investigadora, la
misma que analiza posibles irregularidades en la gestión de Altieri y que hoy
lo tiene al borde de la destitución.
Las diversas cámaras de comercio y asociación de
hotelería, gastronomía y empresarias vienen manifestando su total rechazo al
posible nuevo aumento de la tasa municipal. El Presupuesto de 2011 ya tuvo un
incremento del 50% y la creación de cinco tasas nuevas. Los representantes de
las entidades aseguraron que esta situación está generando el cierre de
comercios, hoteles y emprendimientos diversos por la imposibilidad de afrontar
los altos costos municipales.
Estas cámaras recuerdan a los concejales que ellos
son generadores de fuentes de trabajo y que también tienen derecho a ser
escuchados. Han elaborado notas enviadas al HCD y a la Intendencia donde,
además de proponer diversas opciones al aumento del modulo, han preguntado por
el destino de los dineros públicos. Mientras tanto, miembros del Ejecutivo
aseguran que la recaudación es exitosa. “Pero se gastó toda”, dijo hoy el edil
oficialista Hernán Muriale.
Allí es donde renace el planteo de los ediles
plasmado en el informe elaborado por la Comisión Directiva: “Hay que controlar
el irregular manejo de los dineros públicos y tener capacidad para generar
mayor recaudación sin caer en la cómoda y ortodoxa estrategia de aumentar los
impuestos además de una eficiente fiscalización”. Pero estos argumentos
parecieran no querer ser escuchados ni entendidos por los “autoconvocados” que,
a trasmano de sus pares, insisten en correr el eje de las responsabilidades.
Sin embargo, el fracaso de los objetivos buscados
por el Ejecutivo y el retardo en el cumplimiento del compromiso salarial, ya
está colmando la paciencia de propios y ajenos y los argumentos comienzan a
resquebrajarse.
¿Un acto fallido?
Los periodistas que expresamos esta otra mirada de
la situación sindical, hemos recibido insultos de todos los tonos. Sin embargo,
la respuesta a estos agravios es: “No es tiempo de ingenuidades. No nos exijan
una mirada cándida de la situación. Tampoco que no expresemos nuestra opinión y
nuestro análisis de la situación. Para eso somos periodistas: no para decir lo
que agrada, sino lo que nuestra mirada y pensar nos dicta”.
Un cartel colocado hace pocos días frente al
Palacio Municipal, cual acto fallido de los “autoconvocados”, pareciera darnos
la razón. El cartel reza: “Señor intendente, de la cara. Esto se le fue de las
manos”. ¿Al intendente se le fue de las manos el movimiento generado entre los
empleados para boicotear el trabajo del HCD? ¿Qué se le fue de las manos? Sólo
se va de las manos aquello que generamos y que proyectamos controlar pero,
luego, se nos desmadra. Cartel complejo de interpretar si pretenden que seamos
ingenuos.
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