por Walter Montero
Hace pocos meses atrás, entre agosto y octubre del
2011, la municipalidad estaba en orden.
Bien en lo económico y en lo financiero según los dichos del propio
intendente que todavía hoy se pueden
rastrear en las páginas web de los
medios locales.
Esa bonanza del municipio había costado y mucho.
Entre otras cosas la de pasar de un presupuesto de 83 millones a otro de 123
millones. La experiencia propia y de sus funcionarios había podido ordenar y
poner en caja en apenas poco más de un
año un municipio totalmente desbocado. Por lo menos así lo planteaba el
Intendente Altieri en aquellas épocas de campaña.
Apenas unos
días después de haber ganado las elecciones se empezaron a ver las primeras
nubes de tormenta. La plata ya no era tanta ni el municipio estaba tan
rozagante. Se imponía un ajuste presupuestario para poder sostener todo lo
prometido en campaña, el aumento de la planta política, y el aumento salarial
comprometido con el empleado municipal.
Supongo que un político con experiencia y astuto como
lo es el intendente sabía de antemano que no iba a ser una tarea fácil
lograr que el HCD aprobara sin discusión
el aumento que proponía y el cambio en el código tributario que esto
conllevaba. Recordemos la consigna del MUPP durante la gestión de Rafael Devito
que decía “NO al aumento de tasas”.
Con esta situación previsible iniciamos la temporada
junto a un intendente confiado en la aprobación de su presupuesto. Supongo que por eso se “jugó” a comprar un
auto usado con 8.000 Km pagando $ 149.000. Hecho por lo menos interesante y
para pensar. Un auto que llegó en comodato 0 Km y después de usarlo se compra
como usado sin aparente necesidad de licitación según dichos del Concejal
Muriale en el programa “Qué Mañana”.
En que confiaba el intendente en el mes de enero para
la aprobación del presupuesto?
En mi opinión contaba con la presión que podían ejercer los empleados
municipales en defensa de un justo reclamo salarial que fue acordado con él en
agosto de 2011. Claro, esto iba a ocurrir para fines de febrero y así no entorpecer la temporada. Si esto fue parte de un pacto es
imposible de demostrar ahora. La historia tal vez se encargue de ello. Pero
algunos datos concretos para suponerlo
existieron.
Las primeras marchas fueron apoyadas e incentivadas
desde los propios funcionarios. Luego de
los amagos de un grupo de empleados de concurrir al HCD y ante la firme
negativa de la mayoría, las marchas se concentraron sobre el Ejecutivo y a
partir del allí el apoyo de los funcionarios se transformó en aprietes a los
empleados. Otro dato fue la renuncia de algún Secretario del Sindicato que
concurrió eufórico al HCD en defensa de los trabajadores pero que luego renunció para poder trabajar
en Pantalla Pinamar en pleno paro de todos sus compañeros.
Como sea, las cosas no le salieron bien al ejecutivo.
No le salieron bien? No nos olvidemos que el primer presupuesto enviado y
rechazado es prácticamente el mismo que hoy está en el HCD (185 millones)
previo aumento y rechazo del otro presentado que era de 200 millones. Quién
asume este recorte? En gran parte los empleados municipales, aparentemente. Por qué? No se sabe.
Los ánimos hoy están caldeados entre los empleados y puede pasar cualquier
cosa.
Como si todo esto fuera poco se suma la emergencia
económica.
Un solo dato sobre esta cuestión. Si dejamos de lado
la crisis económica del 2001- 2002, la mayoría de los intendentes que declararon la emergencia económica fueron
quienes asumieron después de un gobierno que no fue el de ellos. Es decir se
encontraron con problemas económicos y financieros heredados de la gestión
anterior. Algo como lo ocurrido en Pinamar en el 2010, por lo que resultó más creíble ese momento y en el 2011. Pero, y
ahora? Cómo se explica? Cómo se explica en abril? Según declaraciones del
Propio Secretario de Hacienda la cobrabilidad no sólo se mantuvo sino que
aumentó.
No será que sus funcionarios son todos del estilo
Buchelli, que no sabe nada de su función? La respuesta es No. Saben lo que hacen. Saben que la única
presión posible sigue siendo el conflicto en la calle direccionado al HCD, y
esto sólo lo puede aportar el STMP.
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