EL AUMENTO EN CUESTIÓN

Sueldos municipales: los unos y los otros
Uno de los temas que alimentan la polémica es la aplicación de incremento salarial a los funcionarios.

Por Mariana Dufour

Una noticia recorrió el país por su novedad: “El intendente de Los Helechos de la provincia de Misiones, Pedro Gómez, se bajó el sueldo y se lo subió a su personal. Gómez, que también bajó el sueldo a los secretarios, dijo en el programa radial Cuentas Claras que ‘gracias a eso’ pudo ‘aumentar a los empleados de Obras Públicas y de Administración’”.

Casi como una provocación, la noticia pareció escrita para quienes reclaman al Ejecutivo local gestos de austeridad. Uno de los pedidos más escuchados se refiere a la baja de los haberes del intendente Blas Altieri y sus secretarios. Quien visite la página Web oficial podrá acceder a la planilla de sueldos e informarse de que el intendente de Pinamar percibe mensualmente $64.708,42 (Hab.SinSA).
Si a esta cifra le sumamos la promesa de campaña de pasar los $520 al básico para reacomodar la pirámide salarial, el sueldo de Altieri sumaría el 23%, es decir, el total a percibir sería $79.000. Difícil es no remarcar la promesa extraña realizada por el intendente: dejar de pagar en negro y cumplir con lo que estipula el Estatuto para el Personal de las Municipalidades de la Provincia de Buenos Aires, es decir, cumplir con la Ley.
Pero las cuentas no se agotan allí. Si el Ejecutivo cumple con la promesa de dar el aumento del 28% en lo haberes desde el 1° de marzo, el sueldo de Altieri se inflará aún más, hasta llegar a los $108.000. El 50% de esta cifra corresponde a gastos de representación, un monto que, en su momento, le aprobó el HCD.

“La familia municipal”
Es por todos conocida la expresión del intendente que señala a “la familia municipal” como esencial para la continuidad del trabajo comunal. Si el vecino lee con mayor atención la planilla oficial de haberes municipales, podrá observar que la expresión es cierta: la planta municipal está compuesta por unos pocos y repetidos apellidos. Como señala un medio radial local (El Cartero, FM 92.1), hasta puede armarse un árbol genealógico a medida: “El juego para armar este árbol comprende todas las categorías: secretarios, directores, coordinadores, sindicalistas y el propio intendente”, invitan con humor los responsables de la emisora. Hijos, parejas, sobrinos, yernos, queridas y queridos, tíos, nietos, cuñados, padres, primos, amigos y acomodados de los funcionarios municipales parecen preferir el trabajo estatal por sobre cualquier otro.

Mientras la familia municipal se reproduce como si los profilácticos no existieran, crece la imposibilidad de la Comuna de pagar los sueldos, crece el presupuesto y, por lo tanto, la imposibilidad de los ciudadanos de saldar sus deudas tributarias. En tanto, la cúpula sindical continúa reclamando la recomposición salarial y el cumplimiento de las promesas de campaña con una estrategia que parece agotarse. Ante una nueva negativa de los concejales a la aprobación del proyecto de presupuesto 2012 presentado por el Ejecutivo, el sindicato parece haber llegado a una situación compleja: sospechado por sus afiliados de simpatía con el Ejecutivo, sus directivos ya no tienen autoridad. Sus originarias intenciones de presionar al HCD con bombos y bombas de estruendo no fueron acompañadas por la mayoría de los trabajadores y delegados. ¿No será hora de que los pocos dirigentes que perduran en la cúpula sindical se hagan a un costado y dejen paso a una real representación de los trabajadores?

Periódico Pionero