Ezequiel Biagioli mejora lentamente. Despertó, puede tomar agua con una bombilla y las marcas de su cuerpo comienzan a desaparecer. Sigue internado en un hospital de Mar del Plata. El sábado a la noche, mientras hacía la “previa” con unos amigos en la playa de Pinamar, un grupo de rugbiers lo atacó brutalmente. Todo se desencadenó, según dijeron testigos, por un mal entendido.
"Un chico tucumano”. Esas fueron las primeras palabras del adolescente de 15 años a su madre, quien contó que tendrían el nombre del agresor aunque “no hay nadie identificado fehacientemente, ni nadie detenido”. Las cámaras de seguridad del lugar, para colmo, no pueden ayudar demasiado. “Tenemos muchas que por falta de presupuesto no graban, entre ellas, esas cuatro”, reconoció Jorge Kelman, subdirector de Seguridad municipal. Tampoco tienen personal para monitorear en vivo lo que transmiten.
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