sábado, 4 de septiembre de 2010
Como toro al capote
La política, es la acción transformadora que tienen las sociedades para modificar patrones estancos, en busca del bienestar común. Requiere de un conductor, con valores republicanos y democráticos y fundamentalmente de un equipo que acompañe. Como estamos en Pinamar? Mal, el hecho puntual que sucedió el jueves pasado con el llamado a Asamblea de Mayores Contribuyentes, para aprobar o no, un nuevo Código Tributario, que implicaba un aumento en las tasas municipales, es la muestra acabada de una crisis profunda del ciudadano en su rol político.
La síntesis, la encontramos en un intendente ofuscado, testarudo, que no tomo conciencia cuando el día que asumió y declaraba excitado, las obras que iba a realizar en su gestión, alguien de la Provincia le señaló, que lo primero que tenía que hacer era construir consenso con la oposición, con instituciones, con las fuerzas vivas de la comunidad. Hizo todo lo contrario, no solo no abrió un espacio de diálogo, de acercamiento, sino que se planto junto con sus colaboradores, en la confrontación. Esta actitud fue acompañada por la prensa oficial, descalificadora de la oposición y de todo aquel que piensa distinto. Este fundamentalismo es completamente ciego y embate como toro al capote, su único principio es la suculenta pauta municipal.
El Intendente pensó que era el salvador, y que sus decisiones, acompañadas por la prensa mercenaria, no podían ser revocadas, se equivoco. Puede corregir el rumbo, a partir de hacer “buenas políticas”, construir consensos, acuerdos, y fundamentalmente respectar a quien piensa diferente.
Guillermo Caprarulo
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